Pues resulta q esto de que entren los niños a la escuela da material para todo un blog. Pero yo solo haré un par de entradas ya que ando motivada.
Me dieron una lista de útiles con cosas raras y otras normales. Y se vuelve como esos rallys en los que parece q vas a contratiempo a buscar todo lo de la lista. Cómo le hacen con 3 hijos? Yo con una me vuelvo loca.
Fui a una papelería y entre la multitud ( en mi pueblo 10 son multitud) por fin me atendieron rápido y amablemente. Así q fue buena experiencia.
Luego vino comprar algunas cosas del uniforme, casi todo me lo dieron en la escuela así q no batalle tanto. Sólo con las playeras, el pantalón y las calcetas q debía conseguir ... Todos los negocios de uniformes abarrotados, entrabas y el olor a "gente" hacia q quisieras salir corriendo. Total q no había la talla de mi hija así q compré las más pequeñas y les tendré que hacer ajustes.
Luego los zapatos. Como dice mi tía en mi pueblo Coppel es el liverpool de la ciudad jaja. No hay tiendas departamentales así q sólo en coppel consigues algunas cosas. Además la gente se "aperra" porque les dan crédito que aunque terminan pagando casi el doble el chiste es estrenar aunque no tengan un peso.
Así q la tienda estaba hasta el tope con chamacos corriendo y chillando. Y mamás revoloteando las mochilas , los zapatos y algunas otras áreas.
Yo fui directo a buscar las calcetas que no encontraba de talla de mi hija. Las encontré y trate de pagar lo más rápido posible claro las filas se vuelven enormes.
Pero salimos a tiempo para ir a buscar los zapatos y tenis. Una zapatería donde crei habría más variedad y tallas. Lo que no pensé es que también habría más gente. Todo olía a quesito y a plástico y zapato nuevo una extraña combinación. Total que igual entre chillidos y gritos de mamás e hijos compré los zapatitos de mi niña y sali.
Me doy cuenta que como yo muchas dejan al último todo . No sé si porque es quincena, o porque regresan de vacaciones o simplemente les encanta la adrenalina jaja.
Sólo sé que es divertido ser mamá. O trato de verlo así.
Me alegra ver que muchos comercios en mi pueblo tienen una excelente época en estás fechas. La economía se reactiva con el regreso a clases.
También me di cuenta de la gran responsabilidad y lo complicado que se vuelve ser padre . Tengo el apoyo de mi familia y con mi negocio ahí vamos. Pero hago cuentas y pienso en todos los que tienen un salario mínimo. Y dos o tres hijos. Veo que hay libretas de 10 pesos y otras de 50. Que hay uniformes de 500 y otros de 80.
Que hay zapatos de 500 y hay de 100.
Sé que el esfuerzo de los padres por cumplir con lo mínimo q deben para q sus hijos tengan estudio en ocasiones es indescriptible.
Y eso me hace reflexionar y ser muy agradecida por tener lo que tengo y poder dar lo que doy.
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